lunes, 22 de febrero de 2016

DISCAPACIDAD DESDE DENTRO: EL NO TAN EXTRAÑO CASO DEL DISCAPACITADO ESPECTRAL

    Hola... ¿Hooolaa?... ¿Me escuchas?... ¡Otra vez! ¡eh!, que estoy aquí ¡Por fin!. Ahora que ya he conseguido tu atención, me presento: soy esa extraña presencia con forma de ser humano que acompaña en algunas ocasiones a otros seres humanos de esos que conservan todos los sentidos prácticamente intactos. La relación que me une a ellos, por más que te cueste creerlo, no siempre es familiar, pues a veces soy su amiga, su compañera de clase, incluso su pareja. Mi ceguera me da poderes espectrales, por lo que sé que muchos de vosotros no sois capaces de comunicaros conmigo directamente y por eso os dirigís a mi acompañante para preguntarle cosas que me deberíais preguntar a mí. Sé que para muchos soy una sombra sin capacidad de pensar, sentir o decidir por mí misma y por ello o bien decidís vosotros por mí, o hacéis que mi acompañante lo haga. Pero hoy me siento más generosa que de costumbre y te voy a confesar, a tí y a todos, como se rompe este maleficio que me hace parecer invisible o transparente. Es muy sencillo, tomad nota:




    1. -Cuando estés en mi presencia pon los brazos en cruz, junta los pies, salta y mientras tanto di: ¡yo te invoco, sentido común!. ¡Oh, inteligencia!, ven a mí, ¡preciado tesoro!. Repite esto varias veces, hasta que notes algo. Ese algo puede ser la risa de la gente que te esté viendo, me sirve.

    2. -Después relájate y siente como el sentido común recorre todo tu ser.

    3. -Por último, haz el esfuerzo de dirigirte a mí directamente y sin intermediarios, y sorpréndete cuando te des cuenta que tengo voz, opinión propia, e incluso un poquito de mal humor cuando me menosprecian e ignoran.


Vuelve a mirarme, ahora con el sentido común recorriéndote completamente, y date cuenta que la única diferencia entre nosotros es que a mí me falta el sentido de la vista y a tí no, y que eso no influye en la capacidad de elegir de nadie. Haz el mismo ejercicio cada vez que te encuentres frente a cualquier persona con cualquier diversidad funcional, incluso cuando esta sea de carácter mental. Ten en cuenta la edad de la persona, y de entrada trátanos tal y como tratarías a alguien de la misma edad que no tuviese ninguna discapacidad, y ve adaptándote a medida que te des cuenta de cuales son nuestras dificultades.


Espero que te haya gustado el consejito de hoy, y si conoces a alguien que lo necesite, no dudes en compartirlo. Y recuerda que puedes seguirme en twitter
HACIENDO CLICK AQUÍ: @mimentenblog 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SI TE HA GUSTADO, ¡COMENTA, Y COMPARTE EN TUS REDES!